Reparación de ventanas de bricolaje

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La comodidad en el automóvil es proporcionada no solo por todo tipo de sistemas, que son cada vez más, sino también por mecanismos bastante simples, como los elevalunas eléctricos. Después de todo, cualquier modelo económico que no proporcione aire acondicionado, navegación y el sistema de audio consta de solo unos pocos altavoces estándar, necesariamente está equipado con mecanismos para subir y bajar las ventanas laterales.

En los automóviles, los elevalunas eléctricos y mecánicos se han generalizado. En el primero, el vidrio se eleva y se baja mediante un motor eléctrico, lo que garantiza la facilidad de uso y la facilidad de control. El conductor o el pasajero solo necesita presionar el botón apropiado para mover el vidrio lateral hacia abajo o hacia arriba.

En los elevalunas eléctricos, el conductor asegura el movimiento del vidrio mediante una caja de cambios especial, que se acciona manualmente en rotación. Es decir, para bajar o subir el vidrio, es necesario girar la manija instalada en la puerta. Las ventanas con este tipo de unidad son menos cómodas de usar, además, son prácticamente reemplazadas por las eléctricas.

Los elevadores de ventanas son de varios tipos, que se diferencian en el diseño:

Además, estas diferencias se refieren a los actuadores de los ascensores, es decir, con la ayuda de los cuales se realiza la elevación y el descenso. El segundo componente es el mecanismo de accionamiento.

Para considerar posibles averías de las ventanas eléctricas, veamos su diseño.

Comencemos con el mecanismo de accionamiento, como ya se señaló, puede ser de dos tipos: mecánico (también conocido como manual) y eléctrico.

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  1. Mecánico es un reductor de engranajes pequeño. Normalmente se utiliza un actuador de cable con este tipo de convertidor. Por lo tanto, dicha caja de cambios consta de dos engranajes que están engranados entre sí. El piñón es de reducidas dimensiones, y es en él que el conductor gira mediante la manija montada en la puerta. El accionado es de tamaño mucho mayor, es un tambor para enrollar el cable. Debido a los diferentes tamaños de estos engranajes, se logra una relativa facilidad de apertura y cierre del vidrio.
  2. En el accionamiento eléctrico también se utiliza una caja de cambios, pero ya del tipo "tornillo sin fin". Hay un gusano en el eje del motor eléctrico, que está engranado con un engranaje. El propio motor de accionamiento es de tipo reversible, es decir, cuando se cambia la polaridad cambia su lado de rotación, lo que permite el uso de un solo elemento tanto para bajar como para subir el vidrio. Dicho accionamiento se utiliza con todo tipo de actuadores.

- manija de ventana; 2 - forro de asas; 3 - toma de la manija del elevalunas eléctrico; 4 - mecanismo regulador de ventana; 5 - rodillos superiores; 6 - tornillos para sujetar las placas de presión; 7 - placas de presión; 8 - escuadras de vidrio para bajar; 9 - bajando el vaso; 10 - cable; 11 - rodillo inferior; 12 - perno; 13 - rodillo tensor

Ahora, en lo que respecta a los mecanismos ejecutivos. El tipo de cable se puede utilizar con ambos tipos de unidades. Además, para los mecanismos mecánicos y eléctricos, su diseño es diferente y significativo.

Consideraremos el diseño de un accionamiento mecánico y un actuador de cable utilizando el VAZ-2107 como ejemplo. Además de la caja de cambios, incluye 4 rodillos entre los que se mueve el cable, con extremos fijados al tambor. Uno de los rodillos está tensado y asegura la correcta tensión del cable durante todo el período de funcionamiento, ya que en el proceso se estira.

Dos rodillos son superiores y están conectados mediante placas de tensión con soportes de vidrio. Debido a esto, al bajar o levantar, los rodillos se mueven con el vidrio. El último rodillo es el inferior, se fija y se fija a la puerta.

Se coloca un cable entre estos rodillos de una manera especial. Además, no se retrocede. Al levantar o bajar, el extremo de un lado se desenrolla del tambor de la caja de cambios y el otro se enrolla. Gracias a esto, es posible mover los rodillos superiores, y con ellos el vidrio lateral.

En un accionamiento eléctrico, el actuador de cable tiene un diseño diferente. Incluye una guía en cuyos extremos se instalan los rodillos. El motor eléctrico con caja de cambios se coloca ligeramente al lado de esta guía. El cable de transmisión se coloca entre los rodillos guía y va al tambor de la caja de cambios, donde se fija.

En el área entre los rodillos guía, un control deslizante se adjunta al cable, que a su vez está conectado al vidrio. Cuando se enciende el motor eléctrico, un lado del cable comienza a enrollarse en el tambor y el otro a desenrollarse. Debido a esto, el cable se mueve entre los rodillos, y con él el portaobjetos con el vaso.

El actuador de varillaje funciona de forma diferente. Hay una palanca, en un extremo de la cual se hace un sector dentado semicircular, conectado al engranaje impulsado del reductor. Su otro extremo está conectado a una tira sobre la que se planta el vaso. La palanca del lado del sector mediante un estribo se conecta a una placa fija fijada a la puerta.

Hay actuadores que incluyen dos palancas en el diseño, y el segundo hace el papel de auxiliar.

El tercer tipo de actuador es el de piñón y cremallera, aunque existen varios tipos. Uno de estos mecanismos tiene una guía fija con un sector dentado en toda su longitud. Este sector engrana con el engranaje del reductor. En este diseño, el motor con caja de cambios es móvil y está conectado al vidrio. Es decir, cuando se enciende, el motor con caja de cambios y vidrio comienza a moverse en relación con el riel.

Además, el diseño de los elevalunas eléctricos incluye un mecanismo de control, que son los botones habituales a través de los cuales se alimentan los motores eléctricos desde la red de a bordo del coche.

Si, en general, consideramos el dispositivo para levantar las ventanas laterales, entonces en el tipo de cable con accionamiento mecánico hay muy pocos componentes que puedan fallar. El primero de ellos es el propio cable. Con el tiempo, se estira, debido a los efectos de la corrosión, sus hilos pueden romperse, lo que provocará un acuñamiento, o puede romperse por completo. Las fuerzas excesivas pueden dañar la propia caja de cambios.

Pero, en general, dicho mecanismo es bastante confiable, rara vez se descompone y para su mantenimiento es suficiente recubrir todos sus elementos solo una vez al año.